Podemos deleitarnos con la típica postal de principios del s. XX, donde la gente posaba delante del monumento que el fotógrafo quería reproducir, cuando se reconvierte el convento franciscano se opta por una solución muy acertada que es convertir en plaza pública el claustro y para ello sólo se rompe una mínima parte de dos lados para el acceso desde el altozano de San Francisco a la plaza de abastos y plaza de toros que se construyó en la parte de huertas y jardines del convento. Fotografía y comentario Jesús Ángel Palomino León.
Qué nostalgia por el tiempo transcurrido, la construcción, edificación e historia de este lugar tan emblemático de nuestra ciudad (ÁNGEL DOMÍNGUEZ)
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